F-025 Entrevistas con padres (Lázaro)

Principal ] Arriba ] Índice ] Justificación ] Novedades Mayo  2.000 ] Tutor/a-Familia ] Tutor/a-Alumnado ] Tutor/a-Centro ] Educación en general y ESO ] Legislación ] Bibliografía ] Enlaces ]

 

 

ENTREVISTA CON PADRES

 

La comunicación entre padres y tutores a través de la entrevista constituye el mejor medio de que se dispone para el intercambio mutuo de ideas e información sobre el proceso educativo del alumno-hijo ".

La finalidad de las entrevistas del tutor con los padres puede resumiese en estos cuatro puntos:

· Conocerse y comprenderse mutuamente.

· Intercambiar informaciones sobre el sujeto.

· Desarrollar conjuntamente un plan de actuación educativa.

· Orientarles en la educación de sus hijos.

 

A cada uno de estos fines dedicamos un breve comentario junto con unas indicaciones prácticas.

 

1.Conocerse y comprenderse mutuamente.

En las primeras entrevistas deben intercambiarse informaciones, ideas y opiniones que se refieren a:

· el patrimonio educativo y cultural de la familia (normas, juicios, valores y creencias);

· las actitudes paternas;

· tipo de relaciones familiares: entre los padres, entre padres e hijos, y entre hermanos;

· condiciones materiales: recursos económicos, vivienda;

· condiciones sociales: profesión de los padres, grupo o clase social.

 

2.Intercambiar informaciones sobre el sujeto.

Los datos que el tutor debe solicitar a los padres de los alumnos son importantes y fundamentales para completar y contrastar a los obtenidos por otro medio (tests, cuestionarios, escalas, etc.). La conversación matiza, amplía y enriquece las informaciones. En ocasiones son datos que el padre aporta con gran reserva por lo que el tutor ha de guardar secreto profesional y hacer, en todo caso, un uso muy prudente de ellos. Es decir, a través de la entrevista con los padres el tutor puede completar en gran medida los diversos historiales del alumno conociéndolo mejor. Saber cómo es el comportamiento del chico en casa y en la vida familiar puede resultar, a veces, decisivo ante el hecho de conductas diferentes en casa o en el colegio, con sus padres y hermanos, con los profesores y compañeros, etc. Generalmente los tutores solicitan la entrevista de los padres a principio de curso y cuando el alumno ofrece algún problema y dificultad. El tutor informa a los padres de la marcha escolar de su hijo debiéndole proporcionar, entre otros, datos sobre:

· capacidad general para el estudio;

· rendimiento general y por materias;

· hábitos de trabajo;

· posibilidades académicas;

· actitud para trabajar en equipo, individualmente, para expresarse oralmente, por escrito, etc.;

· afición por la lectura;

· preocupaciones o intereses académicos;

· dificultades concretas de aprendizaje,

 

Todos estos datos resultan más comprensibles y ayudan a la orientación del hijo cuando los discuten y comentan conjuntamente padres y tutores. A veces hay padres preocupados que toman la iniciativa y solicitan del tutor informaciones y datos acerca de su hijo, que no siempre éste puede proporcionarles. Por ello es preferible q ' ue el tutor se adelante a los padres tanto para informar como para solicitar información y, en todo caso, intercambiar puntos de vista.

 

3. Desarrollar conjuntamente un plan de actuación educativa.

Padres y profesores tutores han de tener presente que los principios y criterios que rigen la educación han de estar unificados, al igual que los referidos a la autoridad. Si los criterios educativos, las opiniones y la autoridad son distintos o antagónicos, se corre el riesgo de que el sujeto de la educación, alumno-hijo, se vaya formando con grandes dudas y sobresaltos al recibir influencias educativas contradictorias de padres y de maestros. En general, la cooperación familia-escuela es fundamental en los siguientes aspectos:

 

· La formación de hábitos, que tanta importancia posee en la educación, ya que el carácter y la personalidad se forjan, principalmente, mediante la habituación de la que dependen en mayor o menor medida todas las acciones humanas. Muchos hábitos (mentales, sociales y operativos) se inician en la escuela e incluso alcanzan en ella un cierto desarrollo, pero su fijación y madurez sólo puede lograrse si el hábito se sigue ejercitando en el medio familiar. Tales pueden ser los hábitos de orden, de limpieza, de saber escuchar, de comportamiento, de respeto a los demás, de puntualidad, de participación responsable, etc.

 

· El desarrollo de actitudes positivas, que no sólo son un componente importante de la personalidad sino que intervienen, en gran medida, en el proceso del aprendizaje. La actitud es la tendencia existente en la persona a actuar de modo determinado entre otras personas, hechos e ideas. Lo mismo que los hábitos, muchas actitudes se inculcan en la escuela, y en su desarrollo deberían intervenir conjuntamente padres y profesores.

 

· La formación cívico-social, cuyos aspectos instructivos y nacionales suelen ser los más desarrollados por la escuela, ofrece un campo de actuación conjunta de la máxima importancia hoy. En efecto, un gran número de actitudes y comportamientos sociales se proclaman e incluso se practican en la escuela, pero es en el seno de la vida familiar y del ambiente más inmediato (barrio, amigos, lugares de trabajo y de ocio, etc.) donde se realiza la verdadera socialización de los jóvenes.

 

· La formación religiosa, ya que en nombre de la libertad proclamada por el Concilio Vaticano 11 no se puede formar religiosamente a los alumnos sin contar con los padres.

 

· La educación sexual, aspecto, en ocasiones, controvertido y mal enfocado, cuyo tratamiento hay que realizarlo siempre con el consentimiento y delegación de la familia. Ésta, en muchos casos, se inhibe del problema, se opone radicalmente a él o transfiere toda su responsabilidad al centro o al profesor, cuando lo que se impone es una sincera y profunda colaboración.

 

· El dominio psicomotor. Los comportamientos psicomotores son imprescindibles para la supervivencia e independencia del ser humano, permiten explorar el entorno y son esenciales para el desarrollo de la inteligencia y de la vida emocional. Como es sabido, un déficit en el dominio psicomotor puede tener repercusiones importantes en los aprendizajes escolares, por lo que cada vez se trabajan más actividades relacionadas con el conocimiento fisico de los objetos, el -espacio y el tiempo, el esquema corporal y la lateralización. De todo ello debieran estar enterados los padres para colaborar estrechamente con el profesor, y más si existe algún déficit o alteración en este dominio psicomotor.

· El desarrollo de la afectividad. El dominio afectivo es mucho más amplio que el campo de las actitudes, comprendiendo valores, creencias, intereses, formas de adaptación personal y social, etc. Implica la interiorización de los valores, por socialización, como manifestaciones de la conducta que se consideran deseables o positivas. La familia, los amigos, el trabajo, los medios de comunicación son factores activos en esta socialización. De aquí, la importancia de la colaboración con los padres en este campo

 

4.Orientarles en la educación de sus hijos.

La orientación del tutor a los padres es inseparable de los otros aspectos tratados o de los fines de la entrevista. En efecto, al intercambiar informaciones y al planificar una actuación conjunta, generalmente se le demanda al tutor determinadas orientaciones relacionadas con aspectos concretos de la educación ". En general, los padres necesitan orientación sobre estos aspectos:

1. Problemas escolares:

· factores que influyen en el rendimiento escolar de sus hijos;

· técnicas y hábitos de estudio;

· problemas de la evaluación (evaluación continua, rendimiento suficiente o satisfactorio, calificaciones, exámenes, etc.);

· problemas y técnicas de la recuperación;

· diagnóstico y tratamiento de las dificultades escolares concretas;

· opciones de estudio y de trabajo al término de la E.S.O.

· deberes escolares, etc.

 

2. Psicología del escolar.-

· niveles críticos de madurez;

· peculiaridades de las distintas etapas de desarrollo;

· problemática de la pubertad y de la adolescencia;

· la educación sexual, etc.

 

3. Aspectos familiares:

· higiene, alimentación y salud de los hijos;

· actitudes familiares sanas y actitudes erróneas;

· relaciones padres-hijos;

· la antinomia autoridad-libertad; etc.

 

4. Tiempo libre:

· organización y planificación del tiempo libre;

· información sobre lecturas apropiadas;

· influencia del cine y de la televisión;

· uso del dinero;

· orientación sobre las bebidas y el tabaco;

· problemática de la droga.

 

 

 

 

Novedades Abril 2.000