C-047 Entrevista alumnos (Arnaiz)

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LA ENTREVISTA CON ALUMNOS Y ALUMNAS

Grados de aceptación en la relación tutor-alunmo

En la relación personal tutor-estudiante existe un conjunto de situaciones que a veces dificulta el diálogo y la comunicación.

En los más pequeños, la principal dificultad se debe a la falta de competencia comunicativo que, según Garbarino y cols. (1993), depende de la competencia psicológica para ser entrevistado, el grado de desarrollo cognitivo, el desarrollo del lenguaje y nivel de socialización.

La inclusión de funciones disciplinarias en la tarea de tutor puede dificultar la comunicación abierta y sincera por parte del estudiante. La situación de autoridad, el rol que desempeña el tutor, crea distancias a veces insalvables.

La doble tarea de profesor de un área a la vez que tutor, facilita el conocimiento de los estudiantes, pero puede crear una ambivalencia poco aceptable en la comunicación de vivencias y experiencias.

La situación escolar en sí implica falta de espontaneidad en la relación entre las personas.

 

Ante estas limitaciones, se deben tener en cuenta estos aspectos:

 

· Las respuestas pueden estar influidas por lo que el entrevistado crea que vaya a pensar el tutor y por las consecuencias que se derivarán de aportar esa información.

· Es necesario adaptar el lenguaje y el contenido de la entrevista a la capacidad de comunicación del entrevistado.

 

· El retraimiento y el estado letárgico durante una entrevista suelen ser canales de comunicación para mostrar una situación de incomodidad o malestar ante la actitud que esté tomando el tutor.

 

· En el trato habitual con adultos, los niños suelen interpretar las preguntas más como una orden o exigencia que como una petición de información. En una entrevista tutorial, esto puede crear situaciones de presión y bloquear la comunicación de los alumnos o alumnas.

 

El deseo de ayuda abierta, encubierta o nula

 

En la relación tutorial es importante detectar el deseo de ayuda por parte del alumno o alumna. Si esta ayuda no es deseada, se debe respetar su libertad y se podrá actuar sólo a nivel de los aspectos más superficiales, sin pretender acceder a informaciones más profundas. Esto no siempre anula el efecto de la entrevista, si se es respetuoso con los aspectos personales y se haga especial incidencia en los aspectos más técnicos y académicos.

La no aceptación de ayuda por parte del tutor no impide indicar otras vías de solución, como la elección de otros profesores o tutores del centro que puedan atenderlo.

En numerosas ocasiones, el estudiante desea ayuda, pero no lo manifiesta de manera abierta. En cualquier caso, espera del tutor las actitudes siguientes:

 

· Empatía para establecer un contacto entre las diferentes visiones de la situación.

· Autenticidad en el trato, poniendo de manifiesto los sentimientos del tutor o tutora sin artificios ni actitudes paternalistas.

· Competencia para ayu<iarle a resolver problemas, proporcionando estrategias de solución sin imponer ninguna.

· Respeto en los aspectos más personales o de relación que no desea comunicar en ese momento.

· Obtener información sobre la opinión del tutor o tutora respecto al tema que se está trancando.

· Seguridad en sí mismo y en la manera de analizar el problema.

· Coherencia entre lo que expresa el tutor o la tutora y el modo de comportarse en la situación de clase.

· Confianza en las posibilidades de resolución y en las decisiones que toma el estudiante.

El respeto a la libertad y la toma de decisiones

 

En la fase de desarrollo y en la parte final de la entrevista, cuando se establecen acuerdos y pautas de comportamiento para solucionar los problemas que se han tratado a lo largo de la entrevista, se debe cuidar de modo especial el respeto a la libertad del estudiante.

La tendencia a tomar la actitud más directiva se acentúa en esta fase de la entrevista, intentando forzar al estudiante a tomar decisiones que pueden parecer las más adecuadas desde el punto de vista del tutor o tutora, pero que sin la aceptación libre por parte del estudiante, no tienen ninguna validez.

Aun en el caso en que el estudiante acepte las propuestas efectuadas por el tutor o tutora, si éstas no son interiorizadas e incorporadas como propias, es probable que cuando el estudiante reflexione sobre el problema, sin la presencia tutorial, examine el problema de otro modo y ya no considere válidas las decisiones tomadas.

La actitud no directiva es la más adecuada en esta fase de resolución, puesto que cualquiera de las otras actitudes descritas posiblemente sólo sirvan para calmar la ansiedad del tutor o tutora ante la situación, pero no para resolverla.

Cuando se puede alcanzar un acuerdo respecto al tema tratado, será conveniente el siguiente formalismo: . ,

· Anotar ante el estudiante el acuerdo alcanzado y repetirlo en voz alta para confirmarlo.

· Describir la metodología y estrategias que se desarrollarán para alcanzar el objetivo, secuenciando las acciones.

· Distribuir las responsabilidades de manera clara y directa, así como los posibles controles de la situación.

· Confirmar la aceptación del estudiante de continuar la relación iniciada cuando ésta parece posible.

· Determinar los aspectos que haya que tratar en la entrevista siguiente.

 

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