EDUCACIÓN DE LOS VALORES Y NORMAS EN EL AULA
Importancia de la educación de valores
A pesar de que la familia se considera la primera responsable
de la enseñanza de valores y normas en la sociedad, el centro escolar y en
especial el grupo clase es uno de los núcleos de integración de valores. Este
programa permite servirnos de las leyes de integración de normas existentes en
la clase y de los subgrupos presentes en ella para modificar normas indeseables
e integrar valores relacionados con el rendimiento académico, de respeto
personal, y de socialización relacionados con la necesaria convivencia social.
Función del profesor y tutor
La interacción de los alumnos entre si y la relación
profesor alumnos favorece la creación del grupo-clase, hecho especialmente
idóneo para la creación de valores y normas de grupo. La integración de
valores relacionadas con la formación y la educación es sumamente importante
dado que el grupo-clase es uno de los fundamentos del grupo escolar donde se
inician, estabilizan y modifican los valores de los alumnos. El profesor o tutor
es un elemento activador importante para incidir en la enseñanza aprendizaje de
valores y normas.
ASPECTOS TEÓRICOS
¿Cómo se explica la modificación e integración de
valores o normas en la clase?
La clase se asemeja a un grupo primario donde todos
sus miembros se relacionan entre sí sin representantes o intermediarios. En
general puede afirmarse que la tendencia de los grupos a homogeneizarse en la
forma de pensar y de actuar, en mayor o menor grado, está presente en el
grupo-clase.
Elementos que configuran la clase como grupo:
La necesidad de certeza práctica. Todas las personas y
en especial las que se sienten inseguras en los principios que iluminan o
justifican su actuación, y los adolescentes casi siempre lo son, necesitan y
buscan un punto de referencia para aclarar sus dudas. Si el alumno está bien
integrado en la familia, ésta puede realizar funciones de referencia y de
comparación, pero de ningún modo suele ser suficiente: la necesidad de
socialización y la tolerancia del grupo entre iguales, difícilmente podrá
suplirlas la familia u otro grupo de adultos. En la práctica el grupo de
amigos íntimos actuará de forma compensatorio y, de modo especial, sobre
temas personales e íntimos, generalmente poco tratados en el mundo de los
mayores.
La necesidad de ser valorado es otro de los principales
factores que incitan a integrarse en un grupo. El alumno, en especial a partir
de la preadolescencia, tiene especial interés en conocerse a sí mismo, al
mismo tiempo que los demás valoran sus intentos de búsqueda y de
realización personal. La búsqueda de un margen de independencia individual,
del valor de la amistad, del descubrimiento de las relaciones con compañeros
del otro sexo, el rechazo a los valores tradicionales y la búsqueda de otros
nuevos para mejorar y cambiar la sociedad, etc. son sólo una pequeña muestra
de los múltiples intentos del largo camino ya iniciado. En dicho proceso es
sumamente importante que los compañeros más íntimos valoren tanto las
nuevas ideas como los hechos que le permitirán encontrar su futuro y vivir el
presente. Difícilmente, por no decir imposible, el joven puede iniciar la
realización personal en solitario, ni tan sólo con la ayuda de personas
mayores; solamente un grupo similar a él puede valorar positivamente los
fracasos y éxitos en la búsqueda de sí mismo.
Descripción del grupo-clase
La configuración del grupo puede explicarse desde la
comunicación existente entre ellos:
Con las interrelaciones de los componentes del grupo se
produce una doble comunicación: de uno con todos y de todos con uno, de
manera formal, dentro de las tareas propias de la clase, e informal al margen de
la oficialidad que comprende las relaciones interpersonales en el tiempo libre.
El nivel de comunicación entre todos los componentes de los
miembros del curso configura el grupo. Así podemos considerar que:
a) El nivel de comunicación exige un número
limitado de personas. No es suficiente el hecho de que todos los alumnos
se relacionen y se comuniquen entre sí, La comunicación debe realizarse con
una frecuencia determinada para que la clase pueda considerarse un grupo, en
caso contrario, por el bajo nivel de comunicación o por la presencia de un
número elevado de alumnos, siendo treinta, ya un número considerable, en la
clase surgirán pequeño subgrupos.
b) La comunicación puede limitarse a contenidos
concretos y de terminados. La finalidad del grupo, los centros de
interés y los te mas comunes indican, en general, cuales serán los temas a
trata Las normas del grupo-clase, probablemente, estarán muy relacionadas con
dichos temas. Obsérvese que los temas que se tratan d forma espontánea, en
la clase o en el tiempo libre, no tienen porque coincidir con los contenidos a
aprender, ni con los temas educativos o de valores expresados por los
profesores o tutores.
c) La comunicación es también emotiva. Cuando
los alumnos expresan sus ideas las acompañan con emociones, éstas actúan
como fuerza reprobadora o de valoración de forma consciente o indirecta.
Por este motivo cualquier proceso de comunicación va cargado de presión de
aceptación o de rechazo.
d) A través de la comunicación se ponen en juego
los intereses de cada miembro del grupo. El deseo de ser valorado
positivamente y de utilizar el grupo como elemento de referencia, en
relación con algunas dudas en las que el grupo-clase se ha manifestado,
aunque sea de forma implícita, forman el conjunto de fuerzas de presión en
relación con algunos conceptos, creencias y comportamientos.
e) El conocimiento del rol de cada sujeto, en el
grupo-clase y en su posible subgrupo, es un aspecto importante para
poder modificar o integrar las normas o valores en el grupo-clase. Las
interacciones de todos entre todos crea la conciencia de conocer y ser
conocido por todos, cada alumno sabe que esto mismo ocurre en cada uno de
los miembros del grupo, por esto puede hablarse de un conjunto de
expectativas diferentes a la suma de todos los componentes del grupo. El
hecho de conocer las expectativas de cada uno y de ser conocido por todos
crea un proceso de adaptación de papeles en evolución según se prevé un
resultado positivo si se intenta una readaptación de funciones.
A través de la intercomunicación existe una experiencia de
limitación de funciones personales dentro del grupo en el que el reparto de
roles se realiza en base a los límites de la competencia y de la rivalidad. No
todos pueden desempeñar el mismo papel, el grupo necesita de diversas funciones
como: analizar la marcha del grupo, dirigir, ver los puntos negativos, animar,
reducir tensiones, colaborar, etc., es lógico que algunos alumnos ejerzan más,
en un momento dado dichas funciones, mientras que otros cumplen papeles
secundarios esperando un nuevo ajuste de roles.
El cambio de normas en el grupo implica muchas veces un
reajuste de papeles, algunos alumnos estarían dispuestos a defender e imponer
en el grupo nuevos valores especialmente si supiesen que la mayoría de los
alumnos cualificados le secundarían.
La cohesión del grupo-clase
La cohesión del grupo actúa como elemento de
conformidad y de presión sobre todos y cada uno de sus componentes. No basta
saber que el grupo no es la suma de los intereses personales de los alumnos, ni
que tiende a crear normas, implícitas o explícitas, para modelar y unificar
las creencias y conductas de sus miembros, el nivel de cohesión es un indicador
de la fuerza en que se imponen dichas normas. Hay una serie de indicadores que
explican hasta que punto las normas y valores del grupo son una fuerza
considerable de presión para integrar e impedir creencias y conductas desviadas
a dichas normas.
Elementos de cohesión del grupo-clase:
a) El nivel de homogeneización o similitud inicial
suele ser considerable desde el principio. Al iniciarse un grupo, éste ya
posee una serie de elementos comunes. En nuestro caso: la edad, el nivel
cultural, la pertenencia a un mismo curso, el estar sometidos a la disciplina
de un mismo centro, compartir los mismos profesores, Posible pertenencia a una
misma clase social con unos valores similares, etc., son de por sí elementos
básicos de homogeneización que actuarán como elementos configurativos de
las normas de su grupo.
b) Los objetivos propios del grupo son también
factores de cohesión, pero puede darse el caso de que algunos de sus
componentes sean miembros del grupo-clase más por presiones sociales y
familiares que por propia voluntad. Estos alumnos se verían menos ligados a
las normas propias de la formación y estarían más dispuestos a implantar
otras normas divergentes a dichos objetivos académicos.
c) La atracción del grupo es también un
elemento de presión. La pertenencia a otros grupos extraescolares con valores
diferentes, la deficiente aceptación e integración, y un nivel deficitario
de realización, según su nivel de expectativas, serían indicadores de que
la presión del grupo le afecta relativamente. Aún en este caso, simular
conductas diferentes para evitar la reprobación y rechazo del grupo es, de
por sí, un elemento considerable de adaptación e integración de normas.
En resumen el grupo ejerce una presión de conformidad
mediante la imposición de normas o estándares de grupo que actúa de doble
forma:
- Tiende a presionar, mediante una doble fuerza, la valoración
de las creencias y comportamientos y la reprobación de los
comportamientos indeseables o contrarios a las normas y valores del
grupo-clase.
- Afecta a las ideas, creencias y comportamientos siempre
que éstas se manifiesten o sean conocidas por el grupo.
ASPECTOS APLICADOS
Criterios aplicados para la elección de valores y
normas a educar
Resulta muy difícil por no decir imposible ofrecer una lista
exclusiva de valores:
- las cinco grandes religiones defienden que los valores
provienen de un ser superior que se ha manifestado por escrito y a través
de sus profetas. Dichos valores casi siempre son interpretados por sus
representantes en la tierra, pero las normas de comportamiento de estos
grandes grupos no siempre coinciden entre sí. Sin embargo algunos alumnos o
sus familiares pueden creer y seguir a ultranza los valores propios de
alguno de estos grupos.
- en el otro extremo podemos situar a los que creen que
el bien y el mal depende de las consecuencias del comportamiento dando lugar
a la moral condicional experiencial: "si haces esto te ocurrirá que...
- y una parte considerable cree que el bien o el mal es
todo aquello que ayuda a vivir de forma individual y colectiva. La carta de
los derechos humanos, el respeto a los demás y la lucha para mejorar la
calidad de vida pueden ser un ejemplo de este enfoque.
En consecuencia la elección de las normas o valores
generales del grupo-clase no debería realizarla el profesor ni el tutor, ni
mucho menos relegar la responsabilidad a un experto en moral. A pesar de todo,
parece lógico que los valores relacionados con la dedicación al estudio y la
formación son temas en los que suele haber coincidencia entre profesores y
padres por lo que el profesorado puede actuar en consecuencia presumiendo que
actúa interpretando la voluntad de ¡os padres, y en consonancia con los
objetivos del Centro Escolar.
En general el mejor medio para la elección de valores suele
ser el diálogo entre el claustro de profesores, padres y alumnos. El Ideario
del Centro y el Consejo Escolar pueden ser también elementos de consulta
operativos para la selección de valores y normas.
A modo indicativo se señalan algunos valores provenientes
del devenir democrático de nuestra sociedad y que, probablemente, serán
aceptadas por la mayoría de los centros escolares públicos, téngase en cuenta
que algunos centros privados tienden a implantar valores que, a su modo de ver,
no son suficientemente reconocidos por nuestra sociedad.
Aproximación a la elección de valores educativos:
- Respeto a la diversidad de: raza, sexo, ideología,
pensamiento, religión y política (siempre que se acepte el diálogo
democrático). El racismo, la xenofobia, el sexismo y las actitudes autoritarias
serían elementos reprobabas;
- Solidaridad con todas las personas en especial con las
más débiles y necesitadas;
- Igualdad de derechos y deberes entre hombres y mujeres;
- Valorar el diálogo como un medio de entendimiento
mutuo;
- Búsqueda activa de la amistad con los compañeros;
- La Paz es un beneficio que hay que conquistar. La paz
consigo mismo actuando según la propia conciencia, la convivencia con los
compañeros son el primer paso para solidarizarnos con las víctimas de la
guerra y conseguir la paz mundial;
- Respeto y cuidado de la propia vida y de la de los
demás: deporte, ausencia de drogas, medidas de prevención de accidentes,
etc.
- Otro tipo de valores, normalmente influenciados por la
religión u otros grupos de referencia, en especial los relacionados con la
sexualidad, pueden ser fácilmente conflictivos. Entre éstos cabe destacar:
la educación sexual, la prevención del sida, la educación no sexista,
etc,. En este tipo de valores se aconseja llegar aun acuerdo entre
profesores y padres, en especial en los primeros cursos de E.S.O.
Intervención para la integración de valores y normas
en la clase
Advertencias previas a la integración de normas
Antes de iniciar cualquier proceso encaminado a la
integración o modificación de valores en un grupo hay que tener presente lo
siguiente:
·
Los miembros de un grupo se resisten a cambiar
sus valores o normas y pueden actuar de forma defensiva fortaleciendo aún
más la norma que se desea cambiar.
·
El profesor o tutor no es de por sí un miembro
de] grupo-clase, si no pacta con los líderes de] grupo, éstos pueden
rechazarlo de forma pasiva o indirecta.
·
El profesor o tutor que pretenda introducir un
tema de discusión para implantar una norma de grupo, puede quemar el
tema y provocar efectos contrarios a los deseados
·
Las normas y los valores no se aceptan sólo
por razones lógicas sino por elementos efectivos. Al profesor o tutor le
resulta difícil transmitir sus sentimientos relacionados con la aceptación
de valores a los alumnos indiferentes u hostiles al profesor
·
La regla de oro para integrar valores consiste
en transmitir valores de forma personal, en un contexto informal, cara a
cara y con un máximo de tres alumnos. La aceptación de sentimientos y
argumentos favorables a la norma sólo producen cuando el profesor-tutor es
valorado y aceptado como persona
·
Sólo cuando los alumnos de más prestigio en
el grupo sintonizan con los sentimientos y razonamientos del profesor en
relación con la norma o valor, a nivel personal, el tema está
suficientemente maduro para discutirlo en clase e intentar instalarlo como
norma de curso.
·
Esta forma de introducir valores en el curso
puede parecer lenta pero es una forma segura, sin tropiezos en la que se
pone a prueba la autenticidad y honradez de los profesores como personas
adultas
Clasificación de los resultados y criterios de
intervención
Para intervenir en la modificación de la normativa del
grupo-clase debemos considerar diversas situaciones que ordenadas de menor a
mayor dificultad pueden describirse de la siguiente manera:
Una parte del curso aprueba o reprueba una normativa y el
resto de la clase no se opone pero se muestra indiferente.
Este sería el caso de más fácil intervención. Si deseamos
que la norma, que una parte del grupo aprueba o rechaza se implante, habrá que
apoyar al pequeño grupo o subgrupo que desea integrarla intentando convencer a
los indiferentes. En todo este proceso será de gran utilidad evaluar, mediante
una sociomatriz:
- la influencia que ejercen los alumnos, favorables a la
implantación de la norma, en el resto de indiferentes que se desea
convencer;
- la capacidad de liderazgo de los alumnos indiferentes a
la norma en cuestión;
- el nivel de aceptación o de oposición, por parte de
los indiferentes, de los componentes del grupo que dan soporte a la norma o
valor a integrar.
Los procesos de intervención aconsejados, en este caso,
serían:
- Constatar que entre los indiferentes no se encuentren
alumnos con gran poder de influencia;
- En el caso de que los sujetos más valorados por el
curso estén entre los indiferentes, puede resultar provechoso, antes de
introducir el tema en una reunión general de clase, iniciar un diálogo
particular con dichos alumnos sobre este tema, y no tratarlo en una reunión
de curso antes de que dichos alumnos estén mínimamente convencidos;
Tratar el tema, en una sesión de clase facilitando la
participación a los componentes del grupo a favor de la norma, y a los
miembros de más prestigio en el curso para que no actúen corno grupo de
oposición.
Predominio general de indiferentes
La intervención, en este supuesto, es algo más difícil que
en el caso anterior. Se requiere convencer, empezando por los líderes y alumnos
más valorados del curso y a los que están indiferentes ya sea porque dudan o
no entienden el porqué una idea o un comportamiento deba aprobarse o valorarse
o bien porqué les Interesa mantenerse neutrales.
En este supuesto, dado que no contamos con un grupo de
alumnos a favor de la norma a implantar, convendrá, de manera informal obtener
el apoyo de los principales líderes del grupo antes de iniciar la discusión
del tema en una sesión de clase.
Mezcla de alumnos a favor y en contra de una norma concreta
La forma más segura de intervención consiste en apoyar una
de las normas, recabar el apoyo de los alumnos de más prestigio contrarios a la
norma a cambiar, e iniciar sesiones de grupo ayudando a los alumnos a favor de
la norma para que ésta sea aceptada por el grupo.
En este proceso, una vez más, debemos servirnos de la
sociomatriz para saber cuál es la influencia que ejercen dentro del grupo los
alumnos que están a favor y en contra de dicha norma. De forma especial debemos
advertir que un ataque directo o un enfrentamiento entre los líderes de¡
grupo, que defienden opiniones diferentes en relación con la norma, puede
generar una dura oposición que radicalizaría aún más la adhesión, de una
parte de¡ grupo, a la norma a cambiar.
Los alumnos o los componentes del grupo coinciden en apoyar
o rechazar una norma determinada contraria a los valores que se desean
implantar
Se trata, pues, de implantar valores o normas contrarias a
las propias del grupo, por lo que se prevé que éste actuará en principio de
forma defensiva.
Este es el caso de más difícil modificación de una
normativa, puesto que el grupo se defenderá, radicalizándose, ante el intento
de que un elemento externo a ellos trate de modificar su normativa.
En todos los casos anteriores se exponen ejemplos de normas
no definidas en el grupo-clase. Si el profesor-tutor presume que es aceptado por
el grupo y posee cierto nivel de influencia, a pesar de las recomendaciones
anteriormente descritas, podría atreverse a ayudar al grupoclase a clarificar
su postura en relación con las normas indefinidas o contradictorias. En este
caso el educador no actúa de forma directiva, y es el mismo grupo el que
interviene modificando si lo cree conveniente, la normativa del grupo-clase.
Pero, en este último caso de normas definidas, el profesor-tutor actuará con
más precaución, por lo que no conviene iniciar una sesión de grupo sobre
estas normas sin antes conseguir el soporte de los alumnos de más prestigio en
el curso.