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LA TUTORÍA EN LA E.S.O. Mª. J. Conellas. U.A.B La implantación de la LOGSE supone la necesidad de una serie de cambios, dentro del sistema educativo, entre los que cabe destacar, por su importancia: La acción tutorial. Esta resituación ha llevado a la búsqueda de modelos alternativos a la práctica tutorial existente para poder dar respuestas a las múltiples necesidades de la población, especialmente los alumnos de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria- 12 a 16 años), necesidades que se han ido generando tanto por la complejidad social como del propio sistema educativo. Si bien la acción tutorial no se debe centrar sólo en una etapa de la educación sistema educativo ni tan sólo de la vida, es en la E.S.O. donde adquiere una importancia especial, por ser una etapa crucial de la vida del adolescente, ya sea en referencia a las necesidades formativas, a la complejidad de las relaciones, a los cambios en la personalidad, en las actitudes y, lógicamente, a las múltiples tomas de decisiones que se darán, a lo largo de esta etapa, con grandes repercusiones para el futuro del alumno. La responsabilidad de llevar a cabo esta acción tutorial radica en el cuerpo docente de las instituciones educativas: Profesores, Especialistas, Equipo Directivo... en estrecha relación, en el tiempo, en el espacio. Se crea, pues, la necesidad de realizar una planificación consciente: Plan de Acción Tutorial - PAT- conllevando la coordinación de un sistema de acciones, y una revisión del acto tutorial, evitando, con ello, que se convierta en una acción poco sistemática y parcialmente adecuada. El análisis de esta situación ha sido nuestro interés.
La acción tutorial Marco legal en el que se inscribe la acción tutorial: La LOGSE plantea una visión amplia de los fundamentos de la educación y general y define la tutoría como una acción orientadora global clave para aglutinar lo instructivo y lo educativo.(Art 55 y 60). Por otra parte el marco legal que se propone desde la Generalitat de Cataluña (art. 6 del decreto 96/1992 del 28 de abril, 16.1) concreta la acción tutorial: "Como conjunto de acciones educativas que contribuyen a desarrollar y potenciar las capacidades básicas de los alumnos orientándolos para conseguir su maduración y autonomía y ayudarlos a tomar decisiones en vista a las opciones posteriores..."
Tutoría y Orientación Teniendo presente que, dentro del ámbito educativo, se manejan diferentes conceptos referidos a formas de intervención no académica: asesoramiento, ayuda, orientación, seguimiento..., algunas de las cuales se pueden asociar con la tutoría, puede ser conveniente tener una visión panorámica de estos servicios para delimitar su alcance. y comprender los beneficios de cada una de ellas. Previamente al concepto de tutoría se había manejado el concepto Orientación como a la ayuda, que se debía dar al sujeto y, en algunos casos, al equipo docente, llevada a cabo por el Orientador, con el objetivo de dar respuesta a todas aquellas necesidades que, siendo más o menos específicas, podían escapar de las competencias del profesor tutor. Se trataba de responder a unas necesidades generales derivadas de las características diferenciales de los individuos afectando tanto al proceso de: Maduración:,... Cognitiva: Habilidades, Razonamiento... Personal: Autonomía, Adaptabilidad, Autoestima, Equilibrio emocional.. Social: Relaciones, Dinámica, Convivencia.. Aprendizajes: Diversidad de niveles madurativos, Actitudes e intereses ante el estudio, Estrategias, Aprendizajes instrumentales y competencias diversas, Técnicas... Formación personal: Valores, Actitudes Relaciones: Integración, Pautas de comportamiento, habilidades sociales... Para realizar una Orientación adecuada en todos estos campos, a menudo, se disponía de unos recursos, más o menos estructurados, para poder recoger y sistematizar la información, entre los que destacamos: Dicha orientación, según el momento que se planteaba y las circunstancias podía tener un carácter preventivo (proactiva) y/o resolutivo (reactivo), siendo el orientador quien daba pautas de intervención que ejecutaban los propios profesores tutores. En algunos casos, si las circunstancias lo requerían, además de intervenir el profesor tutor intervenía un profesor especializado. El orientador, pues, relacionado con el cuadro pedagógico del centro, podía ofrecer recursos de intervención individual y grupal aportando técnicas y recursos propios de su formación y de su vinculación con otros especialistas. En estos momentos esta acción orientadora ha adquirido una gran complejidad ya que la variabilidad de situaciones, la amplitud de necesidades, las situaciones que se generan con la flexibilidad curricular y las demandas que surgen para poder dar respuesta a la diversidad de los alumnos, implican la presencia de un profesional especializado: el Psicopedagogo,( no siempre presente). Por tanto se pone en evidencia que esta orientación no da respuesta a las necesidades de toda la población por lo que es imprescindible la actuación directa de una persona: el tutor, que, estando estrechamente vinculado con el grupo, pueda hacer un seguimiento adecuado a todas las situaciones que se presenten. En este caso el Psicopedagogo podrá completar la acción tutorial con un análisis más exhaustivo tanto de variables como de implicaciones, recursos y alternativas.( Montanero,1998) pero en ningún caso substituirle. Con este planteamiento la acción tutorial, formaría parte de este proceso orientador siendo su campo de incidencia menos específico pero más constante, pudiendo tener más un carácter de intervención generalista, en parte por la propia formación del profesor tutor: Profesor de un campo de aprendizaje.
La tutoría Como consecuencia, pues, de este requerimiento legal y, ante las necesidades y demandas que, como se ha plantado, se generan en los centros educativos, especialmente en la etapa de Secundaria, se ha institucionalizado la tutoría, como forma de llevar a cabo la Acción tutorial. La tutoría se definiría como a una acción sistemática, específica concretada en un tiempo y un espacio (legalmente una hora a la semanal- en el aula) en la que el alumno recibe una especial atención, ya sea individual o grupalmente, considerándose como una acción personalizada (Alvarez-Bisquerra,1996), porque: a) Contribuye a la educación integral, favoreciendo el desarrollo de todos los aspectos de la persona: la propia identidad, sistema de valores personalidad, sociabilidad. b) Ajusta la respuesta educativa a las necesidades particulares previniendo y orientando las posibles dificultades. c) Orienta el proceso de toma de decisiones ante los diferentes itinerarios de formación y las diferentes opciones profesionales. d) Favorece las relaciones en el seno del grupo como elemento fundamental del aprendizaje cooperativo, de la socialización. e) Contribuye a la adecuada relación e interacción de los integrantes de la comunidad educativa por ser todos ellos agentes y elementos fundamentales de este entorno. Ante esta complejidad es fundamental que se haga hincapié en la globalidad de la tutoría y en la necesidad de no obviar ninguno de estos objetivos que la definen ya que su bondad radicará en esta globalidad que es la que permite a los alumnos sentirse acompañados en su proceso educativo y no sólo recibir atención si hay dificultades, problemas o ante una situación puntual de toma de decisión sobre los itinerarios profesionalizantes. El responsable de realizar esta tutoría es el tutor. El Tutor Mientras en la Educación Primaria la incidencia del profesor responsable del grupo clase es muy alta, por la misma carga horaria, en la Secundaria, debido a la variabilidad del curriculum, interviene una gran diversidad de profesorado por lo que deberá asignarse uno de ellos, a cada grupo de alumnos, en calidad de tutor. El adulto responsable del grupo deberá poder establecer, con el alumnado, una relación diferenciada de la propiamente docente, por el hecho de ser el orientador directo y el interlocutor, de cada uno de ellos, con la institución educativa. Desde el momento en que un profesor es tutor de un grupo deberá plantearse, al margen de los objetivos académicos que llevan al alumno a asistir al centro educativo, todas las circunstancias, necesidades y situaciones que, dándose en el marco escolar, deben recibir una respuesta optimizante, positiva y educativa para todos los alumnos, tanto grupalmente como individualmente. En ningún momento, pues, habrá un análisis determinista, peyorativo, banal o distorsionado sino que el alumno deberá encontrar una persona que, de forma consciente y madura, con autoridad y afecto, pueda ayudarle en su análisis de la realidad, para poder orientar su conducta, sus acciones, sus decisiones y su formación. Se trata, en definitiva, de llevar a cabo una labor educativa de la que es responsable todo el profesorado, con una diversidad de implicaciones por la propia estructura del sistema educativo y que deberá estar coordinada por el tutor. El Plan de Acción Tutorial: El PAT. Las características de esta acción tutorial generan la necesidad de ordenar las actuaciones mediante el PAT ( Plan de Acción Tutorial), como regulador de dicha actividad debiendo contemplar, de forma explícita, tanto los objetivos como las líneas de actuación y los criterios que les deben dar apoyo. Refiriéndonos, nuevamente al marco legal, vemos que se plantean, en los siguientes artículos, unas pautas de actuación: La acción tutorial se programará cada año teniendo presente el conjunto de la etapa La acción tutorial la ejercitará todo el conjunto de profesorado que interviene en el grupo de alumnos coordinados por el tutor Para llevar a cabo la acción tutorial el centro organizará créditos de tutoría donde se realizaran actividades con todos los alumnos del grupo y atenciones individualizadas (Decreto 96/1992 de 28 de abril: Ordenación Curricular de la Educación Secundaria Obligatoria) Por tanto el PAT, de un centro educativo, deberá ser el reflejo de la acción tutorial que se propone llevar a cabo, para optimizar esta intervención. Normalmente se formularan las concreciones cada año pero con un referente que engloba la planificación de lo que recibirá un alumno durante los cuatro años de la etapa de Secundaria. En este sentido, creemos, debería explicitar todos aquellos aspectos que, considerándose fundamentales, deben ordenar, coordinar y posibilitar que la acción tutorial de un centro sea adecuada desde el punto de vista educativo y no sólo legal. Entre los aspectos relevantes que, consideramos, se deben plantear y analizar, en el Plan de Acción Tutorial, destacamos, por su trascendencia: a) La Temática b) La Dinámica c) Los Ámbitos implicados d) La Temática La temática será un elemento vehicular de la tutoría, siendo, en muchos momentos, el núcleo aglutinante de la acción tutorial. Esta temática tendrá dos vertientes a considerar para su planificación: a) deberá responder a las demandas de los propios alumnos quienes estarán interesados en tratar, hablar, contrastar opiniones sobre temas que les implican, les afectan y les inquietan, b) el adulto podrá y, como dinamizador de la acción tutorial, deberá proponer temas que considere que son apropiados para sus alumnos, teniendo presente el conocimiento que tiene de ellos. Con este planteamiento se deberá evitar situaciones tópicas que los mismos adolescentes ya son capaces de banalizar: "Seguro que hablaremos de..." Se trata, pues, de lograr una implicación de los alumnos y, mediante una metodología adecuada, conseguir que las situaciones sean activas, significativas y logren una eficacia en el tratamiento de la información. El planteamiento didáctico deberá escapar de la mera transmisión de información ya que el modelo de clase magistral no tiene cabida en la acción tutorial que será tratada más como una forma de debate, análisis, repercusiones...del tema que se analice, por lo que su objetivo no será tanto la adquisición de conceptos sino de criterios y valores. b) La Dinámica Evidentemente la dinámica será un elemento clave en la consecución de la eficacia de la tutoría. Toda situación que pretenda lograr un alto grado de comunicación debe establecer un tipo de relación entre los componentes del grupo que permita establecer múltiples relaciones, que puedan ser flexibles y que favorezcan el que se puedan llevar a cabo diferentes roles. Mediante la dinámica, el tutor podrá potenciar diferentes niveles de relación, buscando la cualidad, la empatía y las conductas prosociales. Se tratará de potenciar el tratamiento de la diversidad personal, al margen de los procesos de aprendizaje, tanto en las diferencias de género, personalidad, intereses como en estilos de comportamiento. Por ello el tutor, al margen de la reglamentación horaria de la tutoría, potenciará las relaciones cuando se den actividades menos regladas: recreo, excursiones, salidas culturales, fiestas, ... y mediante actividades que pueda proponer el grupo como teatro, música, películas, campeonatos... c) Los Ámbitos implicados Otro elemento clave del funcionamiento tutorial radica en la necesidad de implicar los diferentes ámbitos en los que se mueve el alumno. Siendo que la acción tutorial es una acción educativa referida a una población que no es independiente ni autónoma: los adolescentes, requiere de la implicación de los ámbitos responsables de su proceso evolutivo: la institución básica responsable: la familia y la institución educativa: la escuela. En cuanto a la Institución Familiar los Criterios Educativos o marco ideológico de los padres guiará y determinará muchas de las acciones, propuestas, decisiones y respuesta puntuales. Estos criterios educativos, más o menos explícitos o implícitos, determinaran, así mismo, las actitudes, valores, expectativas, relaciones y, obviamente, mensajes que los padres retransmitirán a sus hijos en las múltiples situaciones cotidianas que se den a lo largo de los años. La dinámica familiar igualmente estará impregnada de estos criterios a la vez que determinarán la organización familiar. En base a esta dinámica y criterios se planteará la actuación diaria con los diferentes roles y funciones de cada uno de sus miembros. Teniendo presente los modelos sociales y las circunstancias actuales, en muchos momentos, la familia manifiesta una cierta inseguridad en las actitudes que debe tener así como las respuestas que se deben dar para que sean adecuadas a la edad y circunstancias de sus hijos. Así, pues, por la intensidad e importancia de dichas relaciones toda acción tutorial deberá considerar estas variables que están marcando y determinando las actitudes actuales y, en cierta manera, futuras de cada uno de los miembros del grupo clase. Por tanto el profesor-tutor no podrá obviar este entorno familiar ya que, alumno ha de avanzar en su proceso madurativo, teniendo presente este entorno ya sea para modificarlo, preservarlo o complementarlo. Así se deduce que es imprescindible que haya una estrecha comunicación con dicho ámbito, a ser posible padre y madre para mejor comprender, coordinar y actuar de forma unánime. En cuanto a La institución educativa o Centro educativo: Claustro, Profesor-tutor, por sus propias características reviste una cierta provisionalidad (interinato, cambios de destino, suplencias,..), variabilidad (cambio de tutoría anual, posible repetición de curso, cambio de centro....) y una estabilidad de una parte del equipo a la vez que una profesionalidad por las características del profesorado, de los programas y de la propia institución. Esta variabilidad comporta, juntamente con la amplitud del grupo clase, que se establezcan unas relaciones menos intensas, constantes y directas. Los criterios educativos del centro educativo, a su vez, si bien son asumidos por el claustro, como grupo de profesionales, no siempre son llevados a cabo de la misma manera por cada uno de sus miembros. Por último el propio individuo que debe ser tutorizado, con todas las características personales, será un miembro de un grupo relativamente amplio lo que le llevará a ser considerado como individuo y, a la vez, como agente de este grupo. Esta doble condición requiere una intervención específica ya que, si bien, por una parte será receptor por otra será agente de cambios, respuestas, actitudes y conflictos que, en muchos momentos, incidirán sobre cada uno de los individuos del grupo Será, pues, preciso analizar todos los aspectos antes mencionados a la vez que la dinámica tutorial para que, conjuntamente, se puedan valorar las inquietudes, necesidades, dudas, ilusiones, dificultades y éxitos. Será, con el modelo de los adultos, que aprenderá a analizar las situaciones, la realidad y las estrategias para tomar decisiones. Bibliografía ALVAREZ,M. Y OTROS (1996)Manual de orientación y tutoría. Praxis. Barcelona ARNAIZ,P.(1998) Qui és qui. Les relacions humanes al grup-classe. Graó. 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